Lince Ibérico

"El Lince Ibérico está preparado para reconquistar sus territórios”

El lince ibérico es el felino más amenazado del planeta. Sus características más llamativas son: pinceles, barba y cola corta con un borlón negro apical. Su tamaño mediano y las motas de su pelaje lo permiten se camuflar en su hábitat (el monte mediterráneo), en busca de su presa, el conejo. El área territorial del lince puede variar 300ha y 2000ha, dependiendo de la densidad poblacional del conejo. Un conejo al día es una presa suficiente para vivir, pero gatos monteses, zorros o meloncillos competirán con el lince por presa y espacio.  

A principios del siglo XIX, el lince ibérico ocupaba territorios en toda la Península Ibérica, pero a finales del siglo XX la superficie habitada por el lince se reduce drásticamente a dos zonas en Andalucía: Doñana y Sierra Morena. Estando su supervivencia muy amenazada es catalogado "en peligro crítico de extinción”, por estas principales causas: alteración del hábitat y la fragmentación del territorio (el abandono de las formas tradicionales agrícolas y de ganadería, la agricultura intensiva, las repoblaciones forestales monoespecíficas, la excesiva carga ganadera, la construcción de infraestructuras como carreteras); disminución en las poblaciones de conejos (enfermedades como mixomatosis y la enfermedad hemorrágica); muerte no natural (atropello, furtivismo); debilitamiento genético (el aislamiento entre poblaciones con el consecuente empobrecimiento genético y vulnerabilidad a las enfermedades).

El proyecto LIFE IBERLINCE tiene como objetivo iniciar la recuperación de la distribución histórica del lince ibérico en España y Portugal, consiguiendo poblaciones estables y autosostenibles, que permitan asegurar el futuro de la especie.  

Las acciones del proyecto pretenden: identificar áreas de reintroducción en Portugal y España, consolidar las poblaciones actuales, crear corredores ecológicos por los pueden transitar y campear, disminuir el impacto de los atropellos y la tasa de mortalidad por furtivismo, conseguir la participación de la propiedad privada y sociedades de cazadores y alcanzar máximos niveles de apoyo social y de participación de los habitantes de las áreas de reintroducción. El apoyo de las comunidades locales es fundamental para el éxito del proyecto!

Proteger al lince no es sólo salvar de la extinción a una especie para nuestros descendientes, sino conservar un ecosistema – el monte mediterráneo – y generar impactos económicos positivos para las empresas locales, con nuevos puestos de trabajo, con la custodia del territorio y con el turismo. El reconocimiento a nivel internacional del potencial de las zonas linceras para un turismo de naturaleza, permitirá acercar los visitantes a sistemas naturales bien conservados en los que se aprovechan todos os valores paisajísticos, naturales y culturales del territorio, como es Parque de Naturaleza de Noudar.

En 2013 existían 300 linces, y en 2014 un casal de linces hay sido libertado en Mértola. Con el cumplimiento de estas metas se lograría una población en la Península Ibérica de 450 linces en 2016 en, al menos, seis núcleos poblacionales. Esta nueva situación permitiría cambiar su categoría de amenaza de En Peligro Crítico a En Peligro.


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